Un falso veganismo: el capitalista

Entendemos por veganismo una actitud de respeto hacia todos los animales, tanto humanos como no humanos. No es una dieta, ni un estilo de vida.

En los últimos años hemos visto como el ser vegane se ha puesto de moda, en el tema de la alimentación. Han abierto un montón de restaurantes veganos o con opciones y las estanterías de los supermercados han aumentado con un montón de productos empaquetados en plásticos y cajas con la etiqueta de vegano. Incluso las grandes empresas cárnicas o lácteas como Campofrío o Pascual han sacado su gama de productos “veganos”. ¿Pero realmente son veganos estos productos? Si tenemos en cuenta la definición de veganismo, creemos que una empresa que no respeta a los demás animales no puede hacer productos veganos, al igual que una empresa que explote a sus trabajadores. Teniendo esto en cuenta, es difícil que antiespecismo y veganismo vayan de la mano del capitalismo.

El sistema capitalista se basa en la explotación de la tierra, los recursos naturales y los cuerpos, tanto humanos como no humanos.

Tener mucha comida precocinada sin ingredientes de origen animal en los supermercados, no es ningún éxito y desde luego, eso no es lo que queremos. De nada sirve que haya más baldas con estos productos mientras siga habiendo las mismas o incluso más con comida procedente de la muerte y explotación animal. Además cualquier alimento aunque no lleve explotación animal no humana envuelto en plásticos y traído y elaborado desde otro continente por personas que no tenían ni un mínimo de derechos laborales, tampoco encaja en la ética del veganismo y del antiepecismo.

Esta lucha no se trata de un estilo de vida, de una manera de consumir. Se trata de la lucha por la libertad de todos los animales, tanto humanos como no humanos. El consumo y el capitalismo que va de la mano, no nos hará libres.