¿Qué es el especismo?

(Extraído de Ni Un Matadero Más)

El especismo es un sistema de opresión hacia les demás animales por razones de pertenencia de especie. El especismo se basa en el favorecimiento estructural de los intereses de los animales humanos sobre los del resto de animales.

La principal consecuencia del especismo es la violencia, en múltiples formas, hacia les animales no humanos (asesinato, cautiverio, esterilización y reproducción forzada, entrenamientos forzados, explotación sexual, torturas, violencia psicológica, violencia simbólica…). Desde el pensamiento especista, les animales no humanos existen en el mundo para fines humanos, para satisfacer nuestros deseos y no para sí mismes. Todas estas violencias son la consecuencia de no reconocer a les animales no humanos como seres sintientes con intereses propios en vivir una vida plena, libre de explotación y sufrimiento.

El especismo está conectado con otros sistemas de opresión estructural como el heteropatriarcal, el racista-colonial, el capacitismo, el capitalismo- clasismo y la gordofobia, entre otros. Todos estos sistemas se amparan en la supremacía de un tipo de ser (humano, blanco, cis, heterosexual, masculino, funcional, delgado, de clase alta…), a cuya medida se ha construido el mundo como lo conocemos. Este sistema privilegia ciertas existencias sobre otras, y se mantiene a partir de la imposición de un modelo (económico, cultural, social, sexual, político…) en el que dicho sujeto hegemónico continúe en el centro, por encima de todos esos otros-cuerpos (racializados, trans, con diversidad funcional, heterodisidentes, feminizados, gordos, empobrecidos y precarizados, no humanos…) de quienes se enriquece y beneficia de formas directas e indirectas.

Aunque este no es el espacio para profundizar en estas conexiones, es indispensable mencionarlo para entender el carácter estructural del especismo y su proximidad en la matriz de opresiones humanas, conservando, no obstante, cada sistema sus complejidades y particularidades.

Manifestaciones del especismo

El especismo se manifiesta en las interacciones y relaciones que tenemos con les animales de otras especies. Si bien ese especismo va a ser diferente en forma y grado dependiendo de la especie del animal no humano o del contexto sociocultural, nuestras relaciones con les otres animales están mediadas por este sistema de opresión. Por ejemplo, un perro en nuestra sociedad está expuesto al abandono o la negligencia en su cuidado mientras que un cerdo es criado directamente con el objetivo de ser asesinado y convertido en comida. Es bastante probable que nos preocupe más el sufrimiento de una vaca que el de una langosta, y todo esto tiene también que ver con el especismo y las jerarquías construidas en base a la cercanía de ciertas especies a los animales humanos.

El especismo puede verse plasmado en múltiples ámbitos de nuestra sociedad, por ejemplo, en los anuncios de televisión, en el estigma social existente hacia ciertos animales (como ratas, palomas e insectos) o incluso el uso que hacemos del lenguaje, donde a menudo insultamos o degradamos a otras personas a través de referirnos a ellas con apelativos animales (gallina = cobarde, vaca = gorda, zorra = mujer que vive su sexualidad desafiando el marco patriarcal…)

El especismo está sistematizado, es por eso que existe la explotación animal. La explotación animal se desarrolla en numerosos ámbitos. Explotamos a les otres animales para:

  • La alimentación (en forma de carne, pescado y marisco, leche, huevos, miel)
  • La vestimenta (en forma de pieles, cuero, lana, plumas, seda o decoración y joyería, como las perlas o accesorios de origen animal)
  • El entretenimiento (tauromaquia, fiestas populares, circos, zoológicos, oceanarios y delfinarios, caza y pesca deportiva, carreras de caballos o perros, peleas de perros o gallos y animales utilizados en la televisión, publicidad y cine)
  • La experimentación animal (con fines biomédicos, cosméticos o militares)
  • Otros usos (como las terapias con animales, la equitación, la compra y venta de animales, los perros utilizados como guías y aquellos considerados “de seguridad”, etcétera)

Además, el especismo no consiste únicamente en dañar o privar de libertad de forma activa a les animales no humanos, sino también en negarles ayuda cuando la necesitan (por ejemplo, a un animal huérfano o enfermo) o no tenerles en cuenta en nuestra sociedad como seres con quienes compartimos el espacio y que pueden ser perjudicados de formas directas e indirectas (pensemos por ejemplo en los afectados no humanos de las carreteras, y en la ausencia de inversión y medidas para evitar esos daños).

¿Qué es la liberación animal?

Los movimientos antiespecistas, de derechos animales o de liberación animal son los movimientos que surgen como respuesta al especismo y que buscan combatirlo y abolir la explotación de les animales no humanos. Estos movimientos luchan por el reconocimiento moral y social de les otres animales y sus derechos a vivir y evitar el sufrimiento.

La liberación animal hace uso del veganismo, como el posicionamiento ético y político basado en la negación a participar de ninguna forma de explotación animal. En este mundo capitalista, este rechazo se lleva a la práctica en gran parte (aunque no solo) a través del consumo, por ejemplo, negándose a ir a un circo con animales, a dejando de consumir cuero y comer huevos.

Además, la liberación animal tal y como la entendemos nosotras incluye la lucha contra todas las formas de opresión que tienen como raíz la animalidad o que luchan contra el sujeto hegemónico de este mundo (ese del que hablábamos anteriormente).

Esta propuesta de vida-lucha radica en la idea de la liberación colectiva de los sistemas de opresión interconectados, y en la idea de que no se puede vivir libre y plenamente mientras haya alguien que siga oprimida

La necesidad de luchar
¿Por qué nos centramos en granjas y mataderos?

Esta manifestación surge desde un grupo de personas antiespecistas que queremos llevar a la calle la realidad de los mataderos, e interpelar a la sociedad sobre la complicidad colectiva que tenemos con estos terribles lugares.

Los mataderos son un ejemplo perfecto del sistema en que vivimos: el asesinato calculado y mecanizado, la masacre de muchos a costa del enorme beneficio económico de muy pocos. Los mataderos son el último eslabón de una cadena de destrucción de cuerpos y vidas animales, son un ejemplo clave de dominación, dominación con la que queremos acabar. Además, las industrias de explotación de animales como comida (criaderos, granjas, piscifactorías y mataderos) son las que generan más muerte y sufrimiento animal que cualquier otra actividad industrial.

Nos llena de impotencia la escala de esta injusticia y pensamos sinceramente que nuestra especie puede hacerlo mejor, que es urgente y necesario bajarnos de nuestro pedestal y empezar a relacionarnos más éticamente con les demás animales.

Elles no deberían estar aquí para servirnos ni ser nuestros recursos, sus cuerpos no son productos sino el lugar desde el que experimentan el mundo, a su manera única y particular. Les demás animales también tienen derecho a vivir sus vidas plenamente, a ser respetades y a no ser considerades un medio para las necesidades o placeres humanos.

Por eso, aunque sabemos que es tan solo un granito de arena en el cambio antiespecista que necesitamos, os invitamos a acompañarnos a las calles el próximo 5 de octubre, a compartir, a difundir. Para inclinar la balanza hacia el lado de les oprimides y explotades. Porque ningún cambio ha sucedido sin lucha, ningún cambio sucede sin movimiento.

La diferencia de especie no es una excusa para la solidaridad. ¡Vamos a luchar hasta que no exista ni un matadero más!

Un falso veganismo: el capitalista

Entendemos por veganismo una actitud de respeto hacia todos los animales, tanto humanos como no humanos. No es una dieta, ni un estilo de vida.

En los últimos años hemos visto como el ser vegane se ha puesto de moda, en el tema de la alimentación. Han abierto un montón de restaurantes veganos o con opciones y las estanterías de los supermercados han aumentado con un montón de productos empaquetados en plásticos y cajas con la etiqueta de vegano. Incluso las grandes empresas cárnicas o lácteas como Campofrío o Pascual han sacado su gama de productos “veganos”. ¿Pero realmente son veganos estos productos? Si tenemos en cuenta la definición de veganismo, creemos que una empresa que no respeta a los demás animales no puede hacer productos veganos, al igual que una empresa que explote a sus trabajadores. Teniendo esto en cuenta, es difícil que antiespecismo y veganismo vayan de la mano del capitalismo.

El sistema capitalista se basa en la explotación de la tierra, los recursos naturales y los cuerpos, tanto humanos como no humanos.

Tener mucha comida precocinada sin ingredientes de origen animal en los supermercados, no es ningún éxito y desde luego, eso no es lo que queremos. De nada sirve que haya más baldas con estos productos mientras siga habiendo las mismas o incluso más con comida procedente de la muerte y explotación animal. Además cualquier alimento aunque no lleve explotación animal no humana envuelto en plásticos y traído y elaborado desde otro continente por personas que no tenían ni un mínimo de derechos laborales, tampoco encaja en la ética del veganismo y del antiepecismo.

Esta lucha no se trata de un estilo de vida, de una manera de consumir. Se trata de la lucha por la libertad de todos los animales, tanto humanos como no humanos. El consumo y el capitalismo que va de la mano, no nos hará libres.